Al buscar cuidado de edad avanzada, hay muchas cosas a considerar, incluido el tipo de cuidado y calidad de atención. Estos factores lo ayudarán a determinar el tipo de instalación que sea mejor para su ser querido. También es posible que desee considerar cuánto costará la atención y si hay alternativas. Además, debe conocer los problemas relacionados con la salud que pueden afectar la calidad de vida de sus seres queridos.
Problemas relacionados con la salud
Los adultos mayores que luchan con enfermedades crónicas necesitan una variedad de recursos para administrar su enfermedad. Muchos de ellos tienen múltiples condiciones crónicas que requieren múltiples recetas y cuidado. La ayuda médica generalmente está disponible a través de Medicaid o Medicare, pero los recursos de atención no siempre están tan fácilmente disponibles. Estos adultos mayores necesitan un equilibrio entre medicamentos, cambios de comportamiento y estrategias de alivio de los síntomas, así como el apoyo y el aliento de los miembros de la familia.
Las enfermedades relacionadas con la edad se están convirtiendo en un problema creciente. Según el Consejo Nacional de Envejecimiento, el 92 por ciento de los adultos mayores tienen al menos una enfermedad crónica, y casi dos tercios sufren de dos o más. Representan casi dos tercios de todas las muertes entre los ancianos, y la prevalencia de estas enfermedades está aumentando.
Alternativas a la atención institucionalizada
Las alternativas a la atención de ancianos institucionalizados son esenciales por muchas razones. La tendencia de institucionalizar a los ancianos debe ser cuestionada. Los médicos, que a menudo conocen mejor a sus pacientes, deben ser conscientes de los recursos disponibles y aumentarlos cuando sea necesario. Estos recursos pueden incluir un continuo coordinado de atención, que incluye hospitales diurnos, guarderías sociales y programas integrales de atención domiciliaria.
Las opciones de atención alternativa permiten a las personas mayores con diferentes necesidades de utilizar el sistema de salud de manera más eficiente. También apelan a diversas poblaciones de personas mayores. Comprender las diferencias entre estos servicios y sus beneficios potenciales ayudará a los profesionales de la salud que se dirigen mejor a su clientela.
Costo
Los costos de la atención de ancianos varían según el tipo de atención necesaria. Muchos servicios en el hogar son gratuitos, pero a medida que los residentes aumentan, los servicios pagos pueden ser necesarios. Por ejemplo, muchas personas mayores pagan los programas de guardería, comidas y transporte para adultos. También pagan por servicios comunitarios, que los ayudan a permanecer en sus hogares. La atención profesional en las instalaciones de vida asistida generalmente se paga de su bolsillo, aunque Medicaid puede ayudar a cubrir algunos costos.
Los avances médicos han hecho posible que muchos estadounidenses vivan más y permanezcan independientes. Sin embargo, el envejecimiento de la población está creciendo, y muchos cumplen 65 años todos los días. Las estadísticas muestran que siete de cada diez de los baby boomers requerirán algún tipo de atención para personas mayores. El costo de la atención para las personas mayores depende del tipo de atención necesaria, el nivel de atención necesario y de dónde vive el anciano.
Calidad de atención
En los Estados Unidos, aproximadamente 40 centavos de cada dólar de atención médica se destinan a cuidar a los ancianos. Desafortunadamente, este grupo es particularmente susceptible a la mala atención. Para abordar este problema, los investigadores de RAND Health han desarrollado un sistema de evaluación que mide la calidad de la atención brindada a los pacientes de edad avanzada. La evaluación se basa en una encuesta de adultos mayores que viven en la comunidad.
La evaluación también identifica indicadores de calidad de atención que identifican estándares mínimos para la atención. Estos indicadores están diseñados para ayudar a los profesionales de la salud a determinar qué atención requiere un paciente. Luego deben usarse como guía para todas las decisiones de atención médica. Para garantizar que estas medidas se utilicen como guía, los profesionales de la salud deben evitar el sesgo de edad al discutir la calidad de vida.